Una dignidad inmerecida

“Bienaventurados sois cuando por Mí causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros” Mateo 5:11-12

Solo los cristianos pueden ser verdaderamente felices al saber que son de Cristo, porque saben que son un pueblo distinto que vive y piensa distinto a todos los otros pueblos, han sido transformados para ser leales a Cristo y para vivir para Cristo. Los verdaderos cristianos son el único pueblo que viven con su mirada puesta en las cosas de arriba donde está Cristo y no con su esperanza puesta en las cosas temporales de este mundo, por la gracia de Dios han entendido que este mundo es como tierra árida donde no hay aguas que puedan saciar su alma, que el mundo no puede ofrecerles nada que sea eterno, pero Cristo si puede saciarnos por la eternidad (Colosenses 3:1-4).

Los que son bienaventurados por ser perseguidos por causa de Cristo son aquellos que dejan todo a Dios porque sin importar lo que les hagan están dispuestos a sufrir la ofensa, no ser vencidos de lo malo y determinados a vencer con el bien el mal. Por tanto, no guaran rencor, no se deprimen, ni se desquitan… no tienen deseo ni necesidad de venganza porque conocen y confían en Aquel que juzga rectamente y con verdad, Él ha dicho: “Mía es la venganza, yo pagaré” (Romanos 12:19). No resienten nada de sus perseguidores porque son gente misericordiosa que ha experimentado misericordia, que entiende la miseria en la que viven los que le persiguen… aquellos que persiguen a los cristianos por causa de la justicia son gente que no conocen la salvación, ellos están perdidos… muertos en sus delitos y pecados como lo estuvieron aquellos que son objeto de su persecución. Aquel que es perseguido por causa de la justicia no se amarga por la persecución, antes es misericordioso y está dispuesto a actuar como un pacificador. No quiere decir que no sienta nada respecto a lo que hacen con él, pero no es un esclavo de la depresión por tener que padecer de tal modo o por ser objeto de injuria, calumnias y maltrato porque sabe que su Señor fue tratado del mismo modo, contrario a esto un gozo que sobrepasa todo entendimiento sobrecoge su corazón al descubrirse a sí mismo como alguien al que Dios le ha concedido la inmerecida dignidad de padecer afrenta por causa del Nombre (Hechos 5:41).

Así que cuando un cristiano sufre persecución por causa de Cristo puede estar gozoso y muy alegre… es lo que ha dicho el Señor. Él permanecerá fiel a Su promesa, nunca ha mentido ni nunca mentirá porque no es hombre para mentir ni hijo de hombre para arrepentirse de Sus promesas, la persecución o las injusticias que padecemos por causa de la justicia no tienen por qué afligirnos porque Cristo es verás, Su promesa con toda seguridad se cumplirá y finalmente si permanecemos fiel hasta la muerte un gran galardón está reservado para nosotros… oh amado hermano que nadie tome tu corona, sé fiel hasta la muerte. Oh Señor guárdanos por tu poder mediante la fe, para que podamos alcanzar la salvación que Tú has preparado para ser manifestada en el tiempo postrero. Amén