Una vida que trasciende

Publicado el 13 de abril de 2025, 4:40

“Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia. Mas, si el vivir en la carne resulta para mí en beneficio de la obra, no sé entonces qué escoger. Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor; pero quedar en la carne es más necesario por causa de vosotros” Filipenses 1:21-24

¿Alguna vez te has preguntado qué es lo que realmente hace que una persona sea considerada valiosa al momento de su fallecimiento? ¿Es acaso por los logros que alcanzó en su vida? ¿O por las posesiones que adquirió? ¿Qué es, entonces, lo que trasciende y se convierte en un verdadero legado?

Es fundamental reconocer que, en nuestra vida cotidiana, muchas veces actuamos como si la muerte fuera algo lejano, como si no tuviésemos que rendir cuentas en algún momento. Además, hemos caído en la trampa de creer que nuestro único propósito terrenal es “adquirir” y acumular cosas materiales. Sin embargo, estas cosas no tienen ninguna trascendencia eterna. Consideremos como ejemplo al apóstol Pablo, un hombre cuya vida terminó hace casi dos mil años, pero cuya influencia espiritual sigue presente y activa como si estuviese entre nosotros hoy. Sus enseñanzas y su testimonio continúan siendo herramientas poderosas utilizadas por Dios para transformar vidas.

Pablo eligió dejar de vivir para sí mismo; en su lugar, decidió invertir su vida en la obra de Dios. Es vital preguntarnos: ¿De qué sirve vivir muchos años si al morir solo hemos vivido para complacernos a nosotros mismos? Muchas veces, lamentamos la pérdida de vidas valiosas que se extinguen prematuramente, sin embargo, es más provechoso morir después de haber cumplido el propósito de Dios, ya sea en pocos años o en muchos, que vivir una vida entera centrada únicamente en el placer y el confort personal. Como creyentes, debemos perseguir una vida que honre a Dios y que busque cumplir con Su propósito. De tal manera que cuando llegue ese momento decisivo, deberíamos encontrarnos tan involucrados en Su obra que no sepamos qué elegir: si partir y estar con Cristo en la eternidad, o continuar siendo útiles en Sus manos aquí en la tierra. Ambas opciones son válidas en el plan divino, y no deberíamos desperdiciar nuestro tiempo en cosas que no tienen valor eterno.

Es momento de reflexionar sobre cómo estamos viviendo el don precioso del tiempo que Dios nos ha otorgado. ¿Estamos invirtiendo en lo espiritual y en lo eterno, o estamos atrapados en lo temporal y superficial?

Oración: Padre Dios, te agradezco por este nuevo día, por Tu presencia que me acompaña y me llena de bendiciones. Reconozco que no hay nada más importante que vivir de tal manera que cada acto y cada palabra glorifiquen Tu Nombre. Te ruego que me ayudes a entender en qué áreas de mi vida estoy fallando, y cómo puedo evitar desperdiciar el tiempo que me has dado. Oh Señor en esta hora te ruego haz lo que sea necesario para que tanto mi vida como mi muerte puedan ser ganancia para Ti y para Tu obra. Amén

Valoración: 5 estrellas
8 votos

Añadir comentario

Comentarios

Yamileth
hace 6 días

Amén.