Llevando mucho fruto

Publicado el 9 de agosto de 2024, 4:40

En Isaías 58 había gente que le rogaba a Dios por ciertas cosas, pero debido a que no respetaban Sus mandamientos, de preocuparse por los pobres, Dios les dijo: “Ni siquiera estoy escuchando lo que dicen. Estás oprimiendo a los pobres, por supuesto que no te voy a escuchar”. Pero luego dice que cuando empiecen a vivir como Él ha ordenado entonces Él estará dispuesto a decir “Aquí estoy”. Esa es una respuesta rápida. Miro este pasaje y tengo que decir que hay momentos en que me maravillo del Señor, yo tengo que reconocer que antes invertía más de mi tiempo a la oración, eran horas de oración intensa… incluso reconozco al día de hoy que conozco personas que invierten más tiempo que yo a la oración y a veces me asombra que ha habido oportunidades en que solamente he conversado rápidamente con Dios acerca de algo y Él ha respondido (esto no quiere decir que sea más espiritual que otros) y al meditar en el verso nueve de Isaías 58 entiendo la razón… entregarnos a la obediencia hará que esto acontezca. Ahora tampoco pienses que te estoy estimulando a una obediencia por interés, porque eso es algo que Dios puede fácilmente identificar, te estoy diciendo que cuando disponemos nuestro corazón para buscar conocer la voluntad de Dios con el anhelo de glorificarle cada día en cada situación desde la más pequeña hasta la más difícil, cuando Dios te vea viviendo como lo hizo Cristo (para la gloria del Padre) Él estará pronto a decirte: “Aquí estoy”.

Es muy similar a Juan 15:5, donde Jesús dice: “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos. El que permanece en mí y yo en él, este lleva mucho fruto, porque separados de mí nada podéis hacer” y en Juan 15:7, dice: “Si permanecéis en mí, y Mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho” de nuevo, esta idea no es necesariamente porque seamos aquel que más ora, sino porque cuando permaneces en Jesús, cuando te entregas a al propósito de vivir para complacer el corazón de Dios, existe esta sensación en la que Dios dice: “¿Qué necesitas? ¿Qué quieres?”. Es porque permaneces en Él y Sus palabras permanecen en ti. ¿Quieres llevar mucho fruto? Vive para permanecer en Él y que Sus palabras permanezcan en ti para guiar todas tus decisiones. ¿Quiere decir esto que si vivo para obedecerle puedo pedir todo lo que quiera? No, esto quiere decir que cuando te entregas por completo a vivir para gloria de Dios los deseos de tu corazón estarán en completa armonía con los deseos del corazón de Dios y por tanto lo que pidas será acorde a Su voluntad y Él ama dar cumplimiento a Su voluntad.

Pero hace falta fe, ¿no? Hace falta fe para decir: “Me voy a quedar aquí sentado, me voy a quedar en Dios”. Y muchas de mis oraciones, en un 90 por ciento a veces, son simplemente: “Dios, haz esto, haz esto, por supuesto, para tu gloria, pero haz esto, haz aquello, haz esto otro”, y descuido lo más importante, que es la oración como una forma de caminar en amor, y simplemente estar en comunión con mi Dios, y simplemente estar con Él y permanecer con Él y simplemente decir: “Dios, eres tan bueno. Mira todo lo que haces por mí. Mira mi vida. Mira quién eres. Eres maravilloso. Eres maravilloso. No podrían pagarme lo suficiente para que dejara de hablarte —como aprendimos días pasados— no hay cantidad de dinero, me encanta simplemente estar cerca de ti”. Supongo que muchos de ustedes también tienen problemas con esto. A veces estamos tan concentrados con el día a día que incluso sirviendo en la obra de Dios descuidamos a la persona de Dios. Hay tanta presión, tanta crítica, y hay períodos, en esta búsqueda de todo este fruto, en que olvidamos que, si permanecemos en Él, tenemos una garantía. Daremos mucho fruto, pero se necesita fe. Porque, como aprendimos antes, parece que no estoy haciendo nada cuando solo oro.

Y, sin embargo, observa tu vida. ¿Realmente planeaste las cosas más grandiosas que te han sucedido? en las cosas más grandiosas que he visto a Dios hacer en mi vida simplemente he estado tratando de permanecer en Él y tratando de ser fiel. Y Él ha hecho cosas grandiosas, obras inigualables (como son todas Sus obras). Todas las cosas más grandes de tu vida definitivamente no las planeaste, a Dios simplemente le plació concedértelas como una oportunidad de manifestar a través de ese fruto que eres un pámpano que permanece dependiente de la vid.

Valoración: 4.8571428571429 estrellas
7 votos

Añadir comentario

Comentarios

Shirley García
hace 2 meses

🙏🙏🙏