Felicidad y gloria de Dios juntas

Publicado el 14 de agosto de 2024, 4:30

¿Cómo se unen el deber de ser feliz y el designio de Dios de ser glorificado? Se unen en ese orden y con esa prioridad en Filipenses 1:20-21 “conforme a mi anhelo y esperanza de que en nada seré avergonzado; antes bien con toda confianza, como siempre, ahora también será magnificado Cristo en mi cuerpo, o por vida o por muerte porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia¿Qué significa esto? Pablo dice: “Mi celo, mi pasión es que Cristo sea magnificado en mi cuerpo” es decir, que, en toda mi vida física en la tierra, ya sea que esté viviendo o muriendo, quiero que Cristo se vea glorioso a través de mi vida (Mateo 5:16). Y luego dice: “porque para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancia” ¿Puedes ver cómo funciona? Magnificar a Cristo en la muerte sólo es posible cuando la muerte es contada como ganancia. Pablo está dispuesto a ir a las bestias del circo romano, ser levantado como una antorcha que alumbre las oscuras noches de Roma, podrirse en una fría prisión, naufragar y ni siquiera llegar a Roma… él no sabe cómo será su muerte, pero si muere él desea que Jesús se vea grandioso en la forma en que él muera y sólo había un medio para ello: considerar la muerte como ganancia.

¿Qué significa eso? Significa que finalmente obtendría el verdadero tesoro, él entraría en el gozo eterno. Entonces aun considerando lo que quedaría atrás: posesiones, amistades, posibilidades ministeriales… pero todo esto comparado con estar con Cristo no es nada, por eso la muerte es ganancia para todo creyente sin importar cuantos privilegios sean dejados en este lado de la eternidad porque nada se compara con Cristo. Pierdo todo lo que hay en este lado de la eternidad es basura en comparación con Cristo y morir con esa convicción es lo que hace que Cristo sea magnificado en la muerte de Pablo y de cada creyente. Así que ahora lo veo: Cristo se magnifica más en mí cuando estoy más satisfecho en Él en el momento de mi mayor pérdida. Ese es el final de mi búsqueda. Jonathan Edwards dijo: “Dios se glorifica a Sí mismo hacia las criaturas de dos maneras: apareciendo a su entendimiento y comunicándose a sus corazones. Dios se glorifica no solo cuando Su gloria es vista, sino cuando hay deleite y regocijo en ella. Cuando aquellos que la ven se deleitan en ella, Dios se glorifica más que si solo la vieran”. Dios es glorificado cuando aquellos que ven Su gloria se gozan en Él.

Ahora, si te preguntará cuándo te sientes más amado por Dios ¿cuándo te valora mucho o cuando te permite valorarlo a Él? No estoy diciendo que tengas que elegir entre esas dos alternativas, te estoy diciendo que necesitas clasificarlas ¿Por qué? Quiero ayudarte a ubicar a Dios en el fondo de todas tus alegrías para que no haya nada debajo de Él que contribuya a tu gozo, sino que sea Dios quien sostenga y alimente toda tu felicidad. Ahora, déjame intentar explicarte cómo funciona esta imagen de Dios en el fondo de tu alegría: todas tus fuentes de satisfacción tienen una base, excepto una, la de abajo. ¿Tiene sentido? Cuando profundizas en la fuente de tu felicidad, gozo o deleite solo hay dos alternativas para encontrar en el fondo: la exaltación de Dios o la autoexaltación… es posible que a estas alturas tal vez te preguntes ¿y a mí qué? Tal vez no estés viendo ningún provecho a lo que estoy diciendo, pero créeme que si lo tiene y mucho. Es muy importante que tu sepas ¿qué es más importante: que Dios te valore mucho o que te permita valorarlo a Él? y esto en verdad debería importarte porque millones de personas que aparentemente están en la iglesia de Cristo en todo el mundo no han nacido de nuevo. Están convencidas que Dios las ama y van a ir al infierno. Por lo tanto, sentirse amado por Dios cuando no eres amado por Dios para salvación es muy peligroso. Y eso me preocupa mucho. Oír en el último día: “Jamás te conocí, apártate de mí” y que después de decir: “¡te oí predicar, profeticé en tu nombre y en tu nombre hice muchos milagros!”, que Él diga “No sé quién eres”. Ese será un momento aterrador. Por eso es importante… no quiero ser uno de ellos y me gustaría que tú no lo fueras… es más, ni siquiera quiero ver que eso suceda, pero tristemente sucederá a menos que tengamos gozo y que la fuente de este gozo no sea nada más sino sólo Dios.

Valoración: 5 estrellas
6 votos

Añadir comentario

Comentarios

Shirley García
hace 2 meses

🙏🙏🙏🙏