¿Por qué exhibir Su gloria?

Publicado el 18 de agosto de 2024, 4:19

¿Por qué exhibir Su gloria? ¿Por qué Dios haría esto? Y la respuesta es: porque quiere ser glorificado por nosotros, Él quiere que te maravilles con Su gloria, por tanto, Dios exhibe el valor infinito de Su belleza que todo lo satisface reflejándola en toda Su creación para que criaturas conscientes, racionales, hechas a Su imagen puedan verla y adorarlo. Él muestra Su gloria para el disfrute eterno y de Su pueblo redimido. Dios da a conocer las riquezas de Su gloria para que las atesoremos y valoremos, para que las disfrutemos. Cuando nos revela Su gloria, no recibe ningún honor si nos parece insignificante o rutinario. No importa cuánto sepamos de Él, importa como reaccionamos a este conocimiento que tenemos de Él, cuanto más sabemos deberíamos maravillarnos más con la persona que es Él.

Consideremos Romanos 9:22-23 “¿Y qué, si Dios, queriendo mostrar Su ira y hacer notorio Su poder, soportó con mucha paciencia los vasos de ira preparados para destrucción, y para hacer notorias las riquezas de Su gloria, las mostró para con los vasos de misericordia que Él preparó de antemano para gloria?” Así que hay dos aspectos de Su gloria. Hay mucho más… ¿Por qué ira, por qué poder, por qué paciencia? Querrás saber es, si en verdad deseas saber cómo vivir una vida que no se desperdicia. ¿Qué dice? Dios para mostrar Su ira y hacer notar Su poder soportó pacientemente la conducta de los vasos de ira, es decir aquellos que nunca creerán, que no serán salvos y que, por tanto, serán vasijas receptoras de la ira de Dios. Y para hacer notar las riquezas de Su gloria, las mostró ¿Qué mostró Dios? Su grandiosa e incomparable gloria ¿a quién se las mostró? A los vasos de misericordia, es decir a aquellos que fueron escogidos de antemano para disfrutar de la gloria por ser vasijas receptoras de Su misericordia ¿Por qué Dios hace esto? ¿Para qué lo miremos con indiferencia como si fuese algo ordinario lo que Él está haciendo? No, si esa es nuestra realidad tengamos cuidado porque esa es precisamente la conducta de aquellos que finalmente serán vasijas receptoras de la ira de Dios. Dios ha hecho todo esto para nuestro gozo, para que lo exaltemos, para que lo adoremos, para que lo honremos, para que estemos dispuestos a vivir por Él y a morir por Él. Las riquezas de Su gloria hechas notorias para los vasos de misericordia, de manera que tu respuesta al despliegue de Su gloria da testimonio de lo que tú eres: un vaso de ira o un vaso de misericordia, porque el valor de la gloria de Dios se evidencia en cómo la atesoramos.

Entonces Él da a conocer las riquezas de Su gloria para que los vasos de misericordia las reciban con alegría, para que los vasos de misericordia las atesoren por encima de todas las cosas, para que los vasos de misericordia se maravillen de ellas, para que los vasos de misericordia las glorifiquen, para que los vasos de misericordia reflejen el tesoro supremamente satisfactorio de sus vidas. Es por eso que hace todo, desde la ira, el poder, hasta la paciencia. Lo hace para que Sus riquezas, que son infinitas, vengan sobre los vasos de misericordia. Él nos ha preparado para la gloria. Pasaremos una eternidad eterna disfrutando de un goce cada vez mayor. ¿Sabes por qué uso la frase “cada vez mayor”? Puede que te suene un poco raro y eso es porque somos finitos. Tenemos un corazón y una mente finitos, pero Dios es infinito. Las riquezas de Su gloria que están destinadas a ser conocidas por mi mente y disfrutadas por mi corazón son infinitas. Eso significa que no podemos tomarlo todo de una vez. De hecho, nunca podremos agotarlo, nunca. Por ello cada vez será mayor.

Así que, pasaremos una eternidad escalando la cordillera infinita de la majestad de Dios que aún no se ha conocido verdaderamente ni se ha atesorado debidamente. Así que Él recibe la gloria de ser conocido verdaderamente, y nosotros experimentamos el gozo de amarlo debidamente. Él es más glorificado en nosotros cuando estamos más satisfechos en Él. Oh amada Iglesia cuan apasionante es el propósito que Dios le ha dado a nuestras vidas ¿Cómo podría detenerme siquiera a pensarlo? Quiero vivir y morir de tal manera que Su gloria parezca supremamente valiosa. Esa es la vida no desperdiciada.

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Comentarios

Shirley García
hace 2 meses

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