“Donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón” Lucas 12:34

Versículos antes del pasaje de hoy alguien le dijo a Jesús: “Maestro, dile a mi hermano que divida conmigo la herencia” Jesús tiene que tomar una decisión ¿Se involucrará en la disputa por la herencia o no? En el versículo 14 Él dice: “Hombre, ¿quién me ha puesto por juez o árbitro entre vosotros?” En otras palabras, mi llamado es diferente de lo que me estás pidiendo. Pero, a pesar de eso Él utiliza la situación para dar una advertencia sobre lo peligrosa que es esta herencia, por ello dice: “Tened cuidado y guardaos de toda avaricia, porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de sus bienes”. Jesús ve lo que ni siquiera este hombre puede ver: perder el control de la parte de su herencia hace evidente que la herencia está engañando a este hombre (Mateo 13:22) esta herencia le está mintiendo a este hombre, por eso el dinero es tan peligroso… porque nos miente, trata de engañarnos.

¡Qué vulnerable es el corazón humano caído —el mío y el tuyo— al sentir que tener muchas cosas equivale a estar realmente vivo! Por ello a Jesús le urge que lo sepas: tu vida no consiste en tener muchas cosas. La vida consiste en conocer a Dios. Juan 17:3 “Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el Único Dios Verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado”. Entonces Jesús refiere una parábola. No sólo para el hombre que hizo la pregunta, sino para todos nosotros, los que hoy estamos escuchando. “la heredad de un hombre rico había producido mucho, y él se dijo: ¿Qué haré, porque no tengo dónde guardar mis frutos? Y respondió: Esto haré: derribaré mis graneros y construiré otros más grandes, y allí guardaré todo mi grano y mis bienes. Y diré a mi alma: Alma, tienes muchos bienes guardados para muchos años; descansa, come, bebe, regocíjate. Pero Dios le respondió: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma, y ​​lo que has preparado, ¿para quién será? Así es el que atesora para sí y no es rico para con Dios” Ciertamente no es malo que tu tierra produzca mucho, que tu negocio prospere, que obtengas un ascenso o un empleo mejor remunerado… Ese no es el mal que describe esta parábola. No se le llama necio al hombre por ser un granjero productivo.

¿Por qué, entonces, se le llama necio? No sólo un necio, sino un necio que pierde su alma ¿Por qué? por la forma en que utilizó el aumento de sus riquezas, él no dio indicios de querer usar su riqueza para demostrar que Dios era su tesoro. En su lugar él dice “Alma, tienes mucho para muchos años… relájate, come, bebe, disfruta”. El uso que él quiere dar a su riqueza demuestra que su tesoro era descansar, comer, beber y divertirse. Eso es lo que él consideraba tener vida. Y las riquezas en sus graneros le ofrecían esta posibilidad ¿Qué hay de malo en eso? Nada, si es que no hay un Dios infinitamente valioso ni resurrección. Por eso Pablo dijo en 1 Corintios 15:32: “Si los muertos no resucitan, comamos y bebamos, porque mañana moriremos”. Pero para desgracia del rico y de muchos engañados por las riquezas hay un Dios, y hay resurrección.  La decisión que este hombre toma al experimentar prosperidad financiera demuestra que no atesora a Dios más que las riquezas, y que de nosotros ¿Qué demuestra el uso que le das a tu dinero? Cuando Dios te da la posibilidad de tener un poco más ¿usas tus recursos para demostrar que Dios es lo que más atesoras?