Una herencia asombrosa

Publicado el 16 de septiembre de 2024, 4:54

Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con Él, para que juntamente con Él seamos glorificados” Romanos 8:17

Si en la primera parte de este mensaje te has examinado con sinceridad, si después de eso puedes decir “Sí, el Espíritu Santo está en mí. Estoy haciendo guerra contra mi pecado, tengo a Dios como mi Padre, a Jesús como mi Señor”, entonces eres un hijo de Dios y esto es lo que sigue: “Si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con Él, para que juntamente con Él seamos glorificados”. Ahora hablemos de la herencia y luego del sufrimiento, y ten por seguro que, si escuchas la primera parte, no te intimidará la segunda. ¿Cuál es la herencia que se nos promete aquí? ¿qué vamos a heredar? Iniciemos con Romanos 8:18: “Pues considero que los sufrimientos de este tiempo presente no son dignos de compararse con la gloria que nos ha de ser revelada”. Sea lo que sea a lo que el apóstol está llamando aquí gloria, es tan grande que hace que los sufrimientos que se nos exige atravesar en Romanos 8:17 sean insignificantes comparado con ella. ¿Qué es la herencia?

Primero, heredarás el mundo ¿Por qué querrías obtener el mundo? Porque Dios es dueño del mundo (Salmo 2:8) y tú eres Su heredero. ¿Qué más viene con el mundo? Todas las cosas (1 Corintios 3:21-23)… sea el mundo, sea la vida, sea la muerte, sea lo presente, sea lo por venir; todo es vuestro, y vosotros de Cristo, y Cristo de Dios. Espera un momento, ¿la muerte? Porque incluyó la muerte en ese listado… ¿Por qué incluyó la muerte como parte de la herencia? Amada iglesia, ¡incluso la muerte es tuya! Lo que importa de las cosas que posees es que te sirvan, que contribuyan a tu gozo. Se te está haciendo heredero de cosas que te harán feliz por siempre. Visto de este modo, la muerte te va a servir. Es cierto que es un enemigo, fue introducida como parte del juicio. Pero, en la redención, se convierte en nuestra sierva. “Hoy estarás conmigo en el paraíso” (Lucas 23:43), eso fue lo que escuchó el ladrón en la cruz… Iglesia, la muerte sirvió al ladrón en la cruz de manera asombrosa, fue la muerte la que le concedió lo que la “vida” no pudo darle. ¿Recuerdas Romanos 8:35-37? ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Como está escrito: “Por causa de ti nos matan todo el día; somos considerados como ovejas de matadero. Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de Aquel que nos amó” La muerte no te destruirá si tienes a Jesús: “Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá; y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente” (Juan 11:25-26). Entonces, lo primero que quiero decir sobre nuestra herencia es que el mundo y todo lo que hay en él te sirve, te hace feliz. Eso es lo que vas a heredar.

Heredarás a Dios mismo, Apocalipsis 21:3 “Y oí una gran voz que salía del trono y decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres. Él morará con ellos; ellos serán Su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios” Salmo 73:25-26 ¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti?  Y fuera de ti nada deseo en la tierra. Mi carne y mi corazón desfallecen, pero Dios es la fortaleza de mi corazón y mi porción para siempre” Dios es nuestra porción final. Sí, la tierra sería grandiosa. Sí, será bueno tener el mundo y todas las cosas a mi servicio. Pero si Dios no está allí, si Dios no es mi porción final y mi satisfacción, permaneceré tan insatisfecho con el mundo como lo estoy con ese mundo que está ahí afuera ahora mismo. Es por ello que en este momento Dios no debería ser un extraño para ti. Tu vida aquí y ahora debería estar enfocada en conocerlo para amarlo cada día más, para que cuando recibas tu herencia Él no sea un extraño para ti… Él debe ser tu mayor deseo ahora y tu mayor tesoro cuando llegue aquel día.

Y como si fuera poco lo que hasta ahora nos ha prometido el Señor, Él se engrandece aún mucho más, porque heredaremos un cuerpo redimido y glorificado, ese por el que gemimos en este tiempo mientras esperamos por ese tiempo en que ya no habrá más dolor, ni enfermedad, ni muerte… Tal como lo dijo Pablo en Romanos 8:23 gemimos esperando la redención de nuestro cuerpo ¿Por qué Pablo lo dijo de esta manera? Porque ya en ese tiempo había gurús del falso evangelio de la salud, riqueza y la prosperidad. Ya estaban allí proclamando sus mentiras de que si eres hijo de Dios y tienes al Espíritu Santo entonces no tienes por qué enfermarte y tus negocios tienen que ser cada vez más productivos. Romanos 8:23 socava esa perversa teología. Iglesia, gemimos por lo que padece nuestro cuerpo ahora… pero se nos promete un cuerpo nuevo, este cuerpo de humillación será transformado para que sea semejante al cuerpo de la gloria de Cristo (Filipenses 3:20-21) Todo será bueno para los que ahora tienen a Cristo por Señor, será muy bueno. Dios mismo es la piedra angular de nuestra herencia, y nos será dada la capacidad de disfrutarlo a Él y al mundo con un cuerpo nuevo. ¡Si ven Señor, ven pronto! Y consérvanos irreprensibles para tu venida. Amén

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Comentarios

Shirley García
hace un mes

Amén 🙏🙏🙏

Yamileth
hace un mes

Amén.