Él hará todo lo que quiere

“Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero” Isaías 46:10b

Dios no es un adivino o meramente alguien que predice el futuro. Él sabe lo que va a suceder porque planea lo que va a suceder y lleva a cabo lo que planea. Él no se pregunta si alguien más asumirá la responsabilidad de hacer realidad lo que ha planeado, Él dice “Haré todo lo que quiero”. Dios tiene la autoridad, la sabiduría, el poder y la libertad necesarios para hacer realidad todo lo que se propone que suceda. Lo que significa que Dios planifica y gobierna todas las cosas. Cuando Él dice: “Yo cumpliré todo lo que me propongo”, quiere decir: “Nada sucederá sino solamente lo que es mi propósito” pero por paradójico que pueda parecer a nuestras mentes limitadas, la realidad de un Dios que es soberano en TODO lo que acontece no elimina la responsabilidad moral que tenemos los seres humanos, los ángeles y los demonios de hacer lo que Dios manda. Dios nos ha revelado Su voluntad, la forma en que la obedecemos marcará nuestra eternidad.

Dios gobierna el mundo natural. En el libro de Jonás, Dios le ordena a un pez que se lo trague (1:17), Dios le ordena a una calabaza que crezca (4:6), y prepara un gusano que mate la calabaza (4:7). Y por encima de todo esto, las estrellas toman su lugar y lo mantienen por orden de Dios, Isaías 40:26 dice: “… a todas las llamas por sus nombres; con la grandeza de Su poder, y porque es poderoso en poder, ninguna falta”. Si es así con los cuerpos celestes cuanto más los acontecimientos naturales de este mundo, desde el clima hasta los desastres naturales Dios tiene el control “¿Acaso viene algún desastre a una ciudad sin que el Señor lo haya hecho?” (Amós 3:6) ¿Y qué decir de los demás sufrimientos de esta vida? “El Señor dijo a Moisés: “¿Quién dió la boca al hombre? ¿Quién lo hace mudo o sordo, que ve o ciego? ¿No soy yo, el Señor?” (Éxodo 4:11). Y Pedro dijo a los santos que sufrían en Asia Menor: “Los que sufren según la voluntad de Dios, encomienden sus almas al fiel Creador y hagan el bien” (1 Pedro 4:19) Ya sea que suframos por discapacidad o por el mal de otros, Dios es quien finalmente decide si vivimos o morimos.

Y cuando pasamos del mundo natural al mundo de las acciones y las elecciones humanas, la soberanía de Dios es igualmente extensa… los seres humanos no son la causa decisiva en ningún evento… sin importar cuanto poder humano pueda tener un hombre no es soberano, es gobernado por la sabiduría suprema del Único Dios Verdadero esto es cierto tanto para las buenas acciones que puedan surgir de los hombres así como sus acciones pecaminosas, nada escapa de la soberanía de Dios… aún el peor pecado cometido por los hombres, cuando hicieron lo más perverso que podían hacer… aún eso no escapo del control de Dios, dice Pedro en Hechos 4:27-28 “Verdaderamente se unieron en esta ciudad Herodes y Poncio Pilato, con los gentiles y el pueblo de Israel, contra tu santo Hijo Jesús, a quien ungiste, para hacer cuanto tu mano y tu consejo habían predestinado que sucediera” El peor pecado que jamás haya ocurrido estuvo en el plan de Dios, y por ese pecado, el dominio del pecado que esclaviza al hombre murió…. El peor pecado aseguró nuestra salvación en el calvario bajo la mano soberana de Dios. Y, si eres un creyente en Jesús, si lo amas, tú eres un milagro andante. Dios te concedió el arrepentimiento (2 Timoteo 2:24-25). Dios te atrajo hacia Cristo (Juan 6:44). Dios te concedió el don de la fe. “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe” (Efesios 2:8-9). Puede que hayas vivido cientos de cosas horribles, pero si hoy te sientes impulsado a valorar a Cristo como tu Señor y Salvador, puedes escribir sobre cada uno de esos horrores las palabras de Génesis 50:20: “Satanás y los hombres pensaron hacerme mal, mas Dios lo encaminó a bien” Ahora te enfrentas a una elección: ¿te apartaras de tus razonamientos y alabaras Su poder y Su gracia… te inclinaras con alegre sumisión ante la soberanía absoluta de Dios? ¿O endurecerás tu corazón y lo resistirás? ¿Veras en la soberanía de Dios tu única esperanza de consuelo, tu única esperanza de significado y propósito en tu sufrimiento? ¿O insistirás en que hay una esperanza mejor o que no hay esperanza?

Oración: ¿Quién como tu Jehová entre los dioses? Mi alma te alaba y se regocija ante la soberanía, libertad, sabiduría y poder con el que señoreas sobre toda la creación. Cuán grandioso es saber que no estoy a merced de las circunstancias, que detrás de todo lo que vivo puedo encontrarme contigo y con tu inmensurable amor que hace que todo obre para bien en aquellos que redimiste para gloria de tu Nombre. Te alabo porque no existe nadie que tú te propongas alcanzar que no pueda ser alcanzado por tu gracia soberana… saber que la victoria es tuya y que ningún propósito que tu desees realizar podrá ser detenido no sólo inunda mi corazón de confianza, sino que en medio de la agitación de nuestros días puedo hallar en ello una fuente inagotable de gozo… porque es en tu mano que están nuestros tiempos y todo cuanto tu desees hacer en nosotros nada ni nadie podrá estorbarlo. Amén