Si tienes esto puedes estar seguro

Publicado el 23 de septiembre de 2024, 5:06

Cristo nos redimió de la maldición de la ley, haciéndose por nosotros maldición” Gálatas 3:16

Cristo destruyó el poder que Satanás tenía para condenar. Él anuló “el acta de los decretos que nos era contraria, y la quitó de en medio, clavándola en la cruz. Despojó a los principados y a las potestades, y los expuso a vituperio público, triunfando sobre ellos en la cruz del calvario” (Colosenses 2:14-15). Después de la cruz Satanás (la serpiente antigua) ha perdido sus colmillos. Si, él aún está vivo. Sí, él todavía anda por ahí como león rugiente, pero sin dientes. Aún tiene mandíbulas fuertes y es capaz de causar moretones, pero ya no tiene poder para destruir a aquellos que están en Cristo, porque Cristo le despojó de tal autoridad. Él no puede condenar a ninguno que haya creído en Cristo y Su evangelio, ya no tiene en su poder aquella declaración juramentada por medio de la cual pudiese pretender condenarnos. Cuando busca de que acusar a los escogidos no puede hacerlo porque en Cristo Jesús han sido declarados justificados por Dios Padre. La preciosa sangre del cordero inmolado, el siervo sufriente de Jehová, lo ha cubierto todo.

Jesús también obtuvo en la cruz para todos los que creen en Él y obedecen Su Palabra dos grandes beneficios: la adopción en la familia de Dios y la presencia del Espíritu Santo morando en ellos. Dice Gálatas 4:4-6 “Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a Su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, para que redimiera a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiéramos la adopción de hijos. Y por cuanto sois hijos, Dios envió a nuestros corazones el Espíritu de Su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre!” Cristo aseguró para todo aquel que cree en Él y le obedece paz con Dios Padre, puesto que por causa de Su perfecta obediencia imputada a nosotros somos justificados… pero Él hizo mucho más que eso, Él nos hace hijos, miembros de la familia de Dios… a todos que nacimos como enemigos creer en Cristo y estar bajo Su señorío nos hace hijos de Dios (Juan 1:12 y Efesios 2:19). Entonces, Cristo compró con Su sangre redención, imputó sobre nosotros una obediencia perfecta, consiguió incluirnos en la familia de Dios y nos otorgó las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida: la presencia del Espíritu Santo (Efesios 1:13-14). Y esto último es mucho más que sentires, estremecimientos y balbuceos incoherentes. Se nos otorga el Espíritu Santo como una garantía postrera pero también para hacernos capaces de andar como anduvo Cristo, capaces de atesorar a Cristo más que cualquier otro tesoro… capaces de permanecer en el camino angosto sin desviarnos ni a derecha ni a izquierda ¿Es esto una realidad en tu vida?

Si dependiera de nosotros con toda seguridad lo echaríamos a perder… como dice el himno: “Propenso a vagar, Señor, lo siento. Propenso a dejar al Dios que amo. Aquí está mi corazón, oh, tómalo y séllalo, séllalo para tus atrios celestiales”. ¿Por qué no sucede eso? El Espíritu Santo no permite que suceda, oh mi querido hermano nunca te atribuyas a ti mismo tal gloria. Los santos perseveran porque han sido sellados con el Espíritu de la promesa. Judas 1:24-25 dice: “Y a Aquel que es poderoso para guardaros sin caída y presentaros sin mancha delante de Su gloria con gran alegría, al único Dios, nuestro Salvador, sea gloria y majestad, imperio y autoridad”, ¿Qué quiere decir esto? Ningún creyente se mantiene fiel por su propia capacidad; Dios nos mantiene fiel… Mantener a las personas fieles es obra de Dios.

Nuevamente te pregunto: ¿Es esto una realidad en tu vida? Esto es muy claro, no puedes trabajar para tu Salvación es la fe en Cristo y el señorío de Cristo en tu vida lo que hace posible que puedas disfrutar de todos estos beneficios ¿Es Cristo tu Señor y vives para complacerlo a Él? Es la fe en Cristo y la obediencia a Su Palabra la que te hace miembro del cuerpo de Cristo, Su iglesia ¿Eres un miembro de Su iglesia que responde en obediencia a lo que Él como cabeza te ordena que hagas? No obtienes todas estas bendiciones y beneficios por causa de tus obras, pero te haces un pámpano de la Vid Verdadera sólo por fe… y todo lo que haces a partir de ahí es fruto de lo que antes ha sido hecho por Dios en ti: Él te da vida y capacidad de fructificar ya no para tu propio deleite o vanagloria sino únicamente para Su gloria. Así que no hay nada que tú puedas hacer para ganarlo porque Cristo lo compró para ti, escucha bien: ¡es gratis! Si tu corazón en esta hora está siendo impulsado a ir a Cristo, si eres consciente que nada de lo que Cristo compró es tuyo en este momento. Yo te ruego, no esperes más y pídele al Padre: ¡por favor Señor dame a Cristo!

Oración: Padre tu Palabra dice que no depende del que quiere ni del que corre sino de ti que tienes misericordia, oh Señor tú conoces a quien en esta hora se une a esta oración tú sabes todo de él, cada detalle y su necesidad de ti… Oh Señor ten misericordia y concede el deseo y la capacidad de ir a Cristo para que reciba vida. Oh Señor para gloria de tu Nombre añade a muchos más a tu iglesia en este día, y mantenles firmes y fieles a ti hasta la muerte. Amén

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Comentarios

Shirley García
hace 25 días

Amén 🙏🙏🙏

Yamileth
hace 25 días

Amén.