Escoge bien lo que contemplas

“Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma” 1 Pedro 2:11

Somos gente que padece por causa de la aflicción que hay en el mundo, día a día lidiamos con situaciones que no son agradables. Creo que quizá la razón que más hace progresar el falso evangelio de la prosperidad es ese breve solaz que experimentas cuando niegas o reprendes tus adversidades con la convicción de que por ello desaparecerán, eso es mucho más fácil que batallar con las pasiones engañosas de nuestra carne que ansían resolver el conflicto ellas mismos… y tal vez lo que voy a decirte no es lo que deseas escuchar pero es la verdad que muestra la Escritura: el remedio para la mayoría de nuestros problemas no es solucionarlos, es más la mayoría de ellos no se van a solucionar y decirnos NO es la respuesta más benevolente que nuestro Señor puede ofrecernos (2 Corintios 8:10-12). Ahora, esto no quiere decir que no exista un remedio, el remedio es la luz ¡Eso es grandioso! Oh mi amado hermano, amigo que escuchas y lees este mensaje: pon tu decepción, tu dolor y tu frustración en una adecuada perspectiva de tal manera que ya no gobierne tu vida…. Sí tal vez podrás seguir mirándolo, y sí tal vez sea doloroso, pero si lo pones en el lugar correcto ya no podrá controlar tu vida, tus deseos, tus impulsos.

John Piper usa una analogía particular para ilustrar la dinámica del matrimonio, él dice que cada matrimonio –y esto es cierto para cualquier relación humana- necesita un montón de abono. Si tú has estado al lado de un montón de abono seguramente puedes testificar que no es agradable el olor que de él sale, es más que cierto que apesta. En fin, un montón de abono es algo que tu pondrías en lo último del patio de tu casa. Así mismo en tu matrimonio, en otras relaciones humanas y aún en tu vida misma habrá situaciones que detestes hasta el día de tu muerte y lo que debes hacer es llevarlo lo más lejos posible de tu alma ¡apesta, ojalá no fuera cierto! Y frente a esta realidad tienes dos alternativas: puedes abandonar esa relación por causa de esas situaciones o puedes construir un montón de abono. Eso no es lo que te matará, pero si levantas una tienda de campaña junto al montón de abono con toda certeza te enfermará y eso es lo que la mayoría hacemos.

¿Sabes por qué? Se siente tan bien estar enojado, la ira justificada es un sentimiento tan dulce: “Tengo razón, y como tengo razón y no deberías hablar ni actuar de esa manera, entonces me quedaré aquí junto al montón de abono y saborearé lo correcto que estoy con respecto a eso que tú estás haciendo”. El montón de abono es muy necesario en todas nuestras relaciones especialmente en nuestros matrimonios, es basura que puede ser aprovechada para hacer bien. Pero con toda certeza que lo que arruina a un matrimonio no es el montón de abono, sino ese trabajo infructuoso que hacemos para mejorarlo. Hay cosas de las que tú no te puedes encargar… que es necesario que las dejes a lo que Dios quiera hacer con ellas. Los pones en el montón de abono, pero junto con esa acción toma la decisión de no vivir allí. Toma la decisión de alejarte de ahí y acercarte a la luz admirable, si la luz ya ha resplandecido en tu familia acércate a esta luz. Y si aún esto no ha ocurrido entérate: La luz vino al mundo… Gente ¡hay luz en este mundo! Es maravillosa, asombrosa y gloriosamente absorbente, no tienes por qué vivir al lado del montón de abono, pero tampoco intentes negar que existe.

Lo que quiero que tengas presente es te des por enterado o no estás en medio de una guerra, una guerra que pretende cegarte a la maravillosa luz, y esas pasiones engañosas que se revuelcan a cada rato en tu interior son el mayor instrumento del que se sirve Satanás para evitar que disfrutes de la gloriosa luz que ha venido al mundo. Él quiere impedirte disfrutar de la certeza de la Palabra de Dios porque es la única manera en que puedas ver la luz… él quiere engañarte usando tus deseos engañosos ¡No se lo permitas! Porque el costo es demasiado alto, más de lo que puedas soportar pagar. Por ello sin importar cuantas situaciones estén allí para abofetearte y sumirte en la decepción, existe algo más glorioso para contemplar… la única manera de sobrevivir en una vida de gran decepción es ver una luz más gloriosa que coloque toda la oscuridad en un lugar apropiado hasta que llegue el día en que la gloria del Señor llene toda la tierra como las aguas cubren la mar (Habacuc 2:14).

Oración: Oh Dios ten misericordia de mí… tú conoces todas mis insatisfacciones, tú conoces todo lo que he estado dispuesto a intentar para remediar la situación y en lugar de irme mejor me va peor. Oh Dios perdona mi corazón que no está satisfecho contigo, perdona mi corazón que sufre por lo que no tiene y quiere. Limpia esta mi maldad y dame un corazón que no sufre por las añadiduras porque atesora un tesoro más grande, un corazón cuyo deleite y plenitud sea atesorarte a ti y buscar tu reino y tu justicia. Amen