Perdonados y liberados para vivir una vida de virtud

“Más si haciendo lo bueno sufrís, y lo soportáis, esto ciertamente es aprobado delante de Dios. Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis Sus pisadas” 1 Pedro 2:20b-21

¿Por qué Cristo nos llama a ejecutar nuestros roles de tal manera que haya en nosotros conductas que sean dignas de gracia, loables y merecedoras de recompensa de parte de Dios? La respuesta: “porque para esto fuisteis llamados” ¿Por qué somos llamados a esto?  “Porque Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo” Pedro nos está dando dos razones para hacer lo que es bueno aún si por hacerlo tenemos que soportar sufrimiento.

 “Porque Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo” Él nos sustituyó en la cruz y a través de ello nos proporcionó un ejemplo de cómo responder cuando somos tratados injustamente. Él nunca mereció recibir el trato que soportó. Cuando lo maldecían Él no respondió con maldición… cuando padecía, no amenazaba, sino que se encomendaba a Aquel que juzga con justicia” (1 Pedro 2:22-23). ​​Todo esto por ti, para dejarte un ejemplo que pudieras imitar. En la cruz Él llevó cada pecado que me convertía en un infeliz que no tenía derecho al cielo. Si escuchar esto te ofende, probablemente no disfrutes ser salvo y no podrás cantar con gozo himnos como “Sublime gracia” No hay entrada al cielo para gente como tú y como yo, miro lo que he sido y no hay posibilidad y seguro que para ti tampoco. Pero Él tomó mis pecados ¿Por qué lo hizo? Él me eligió y me ama, y ​​pasará por alto todos mis pecados si confío en Él. “Él mismo llevó nuestros pecados en Su cuerpo sobre el madero, para que muramos al pecado y vivamos a la justicia. Por Sus heridas fuisteis sanados” (v 24) antes de Cristo estábamos descarriados como ovejas camino al precipicio o avanzando a ser devorados por una bestia. Y Pedro dice “pero ahora habéis vuelto al Pastor y Guardián de vuestras almas” (v 25) Ahora, ¿cómo se relaciona esto con las personas que nos tratan mal, a las cuales somos llamados devolver bien por mal? Si tus pecados han sido perdonados en Cristo puedes hacerlo, porque Él te dará la gracia para que puedas honrarlo de ese modo.

Y ahora, ¿ves la conexión entre esto y devolver bien por mal? has sido liberado de una carga que nunca podrías soportar. Una carga que te obligaba estar tan ensimismado en ti y sin ninguna oportunidad para soportar gozosamente el mal provocado por otros. Pero a todo el que ha creído le ha sido dada la capacidad, los recursos emocionales para devolver el bien por el mal. ¿De dónde viene esa fuerza? Bueno, cuando la carga de nuestros pecados ha sido quitada de nosotros, somos libres para hacer el bien. Entonces, ¿cuál es la motivación para no vengarse y para hacer bien a aquel que no lo merece? La clave esta en: “Mía es la venganza” (Romanos 12:19) Créelo. Mientras tanto, ¿qué haces? Porque la injusticia hace que cada hueso moral de tu cuerpo grite: “Esto no debería ser así. No está bien que esto haya sucedido”. Todo dice: “¡Hay que hacer algo!”. Pero si crees en este texto: “No os venguéis porque mía es la venganza, yo pagaré” al igual que Cristo y cada creyente mártir podrás encomendar tu alma a Aquel que juzga con justicia.

Es correcto creer que Dios ajustará cuentas, en el libro de las obras hay un registro detallado de cada cosa que has hecho (Ap. 20:12) es un registro bastante largo: todas tus palabras, aquellas que no debiste usar, las actitudes que alguna vez tuviste, todas tus acciones y Él va a lidiar con eso y sólo hay dos maneras: si eres creyente todo esto será cubierto con la sangre de Cristo si no lo eres serás declarado culpable. Así que o Jesús paga, o pagas tú, pero no habrá nada que quede sin justicia. Pedro nos da la clave para preservar muchas relaciones. En cada injusticia que sufras persevera en hacer el bien… no necesitas reivindicarte, no necesitas hacerlo. Dios lo ha tomado en cuenta, Dios se ocupará de eso. Además, por esa injusticia Jesús fue a la cruz, ese pecado que acaban de cometer contra ti estuvo sobre Cristo en la cruz. Y si tu agregas más venganza, estas desconfiando del valor de la sangre de Cristo… Así que perdonamos y sufrimos con paciencia por el ejemplo y por la sustitución de Cristo, seguros de que finalmente nada quedará impune, todo será juzgado justamente.

Oración: Precioso Jesús tu venciste el mundo con amor y resistencia al sufrimiento, y es así como también podemos vencerlo los que hemos creído en ti. Sufrir la ofensa sin defendernos ni guardar rencor hacia los que nos ofenden por causa de ti es seguir tus pisadas. Muchos quieren hacer mayores obras que las tuyas, sin embargo, no están dispuestos a sufrir como tú lo hiciste. Oh Señor que al tratar con bondad a los que me hacen mal predique más fuerte el evangelio a través de mi vida que las muchas palabras que puedan salir de mi boca… guárdame de tener un discurso vacío, una fe sin obras. Si he de ser llamado cristiano que sea por vivir y andar como tú lo hiciste. Amén