No te confundas… para que no te equivoques

Publicado el 4 de octubre de 2024, 4:41

Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos; para que también los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas, considerando vuestra conducta casta y respetuosa. Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos, sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios 1 Pedro 3:1-4

¿Qué no es la sumisión según este texto? Hemos oído bastante acerca de lo que es la sumisión y puede que en este punto tú también puedas decir que de lo que has oído hay cosas con las que te siente cómoda y otras te parecen horribles. Puede que tengas razón, puede que estés equivocada. Así que consideraremos a la luz de este texto lo que no es la sumisión:

Tengamos presente que el contexto del pasaje nos habla de una mujer cristiana cuyo esposo es incrédulo. Si el esposo es incrédulo él pertenece y sirve a otro dios, pero si él consiente en vivir con ella está llamada por Dios a vivir con él. Entonces ante un esposo que diga: “No quiero que seas cristiana”, ¿qué dice ella? Ella dice: “Te amo. Quiero y tengo la intención de ser sumisa a ti, pero en este punto, no tengo otra opción: pertenezco a Jesús”. Y él puede despedirla, eso es lo que dice 1 Corintios 7:13-16. Una esposa cristiana ha prometido lealtad a Cristo, Él es ahora Su Señor, su Rey… Ella es una extranjera en este mundo. Así que la sumisión no significa que debas estar de acuerdo con las opiniones de tu esposo. Dios te ha creado con una mente. Eres un ser pensante capaz de procesar si el evangelio es verdadero o no. Y si es verdad, lo crees. Y si él dice: "No puedes creer eso", humilde y sumisamente no te sometes a eso.

Existen hombres que creen que ellos son los únicos que piensan en la familia, este es un concepto enfermo… de hecho abundan opiniones enfermizas sobre la autoridad. Hombres que demandan que su esposa incluso les pida permiso para ir al baño, eso es increíblemente distorsionado de la verdad bíblica. Eso es tomar el concepto “autoridad” “liderar” o “someterse”, y luego alejarlo de la Biblia y llenarlo con cosas que él quiere hacer. Entonces, ser sumisa no significa perder tu cerebro en el altar una esposa tiene pensamientos independientes que vale la pena que sean escuchados, y más si ella es una mujer virtuosa. El liderazgo no significa no escuchar ni siquiera significa tener siempre la última palabra. El verdadero liderazgo a menudo dirá: “Tenías razón, yo estaba equivocado”. El liderazgo si es tomar la iniciativa, importa mucho quien es el que más dice vamos en la relación… “vamos… organicemos nuestras finanzas” “vamos… lleguemos temprano a la iglesia” “vamos… tengamos las devociones familiares” muchas veces se escucha la palabra vamos en un matrimonio, pero ¿Quién lo dice con más frecuencia? Si es la esposa, hay un problema, y ​​el problema es con el hombre. Si es el hombre, probablemente ella esté feliz porque tener que decir “vamos” una y otra vez agota a una esposa.

Ser sumisa no significa que evites influenciar a tu esposo, todo lo contrario, tu vida a cada instante debe ser para él sal que aumente el deseo de beber el agua viva que es Cristo. Bueno aprendimos que hay cosas que hay que tirar al montón de abono, pero no por ello debemos dejar de anunciar con palabras y con acciones la verdad libertadora del evangelio. Sumisión tampoco es anteponer la voluntad del marido por encima de la voluntad de Cristo. Cristo es el Señor de toda esposa cristiana y por amor a su Señor ella se someterá a su esposo, pero él no es su Señor. Si él dice: “Vamos a participar de un engaño… vamos a participar en una orgía”, su elección es clara: no seguiré tu liderazgo en esto, y debe decirlo con una actitud que haga saber que quiere seguir el liderazgo de su esposo y que en este momento no puede hacerlo de esta manera.

Ser sumisa no implica que toda tu fuerza espiritual la debes obtener de tu esposo.  En este texto, él no le está dando ninguna fuerza espiritual, y ella tiene mucha. Pedro describe a una esposa cuya esperanza está en Dios, es Dios quien le nutre espiritual y emocionalmente. Esto no implica menosprecio por la enseñanza del hombre, sino que hay instancias en que el hombre simplemente no cumple con el mandamiento de enseñar a su esposa ya sea porque no ha creído en Cristo o por mera desobediencia a la Escritura, pero una esposa cristiana depende de su Señor, Él le sustentará con o sin la intervención del esposo.  Y finalmente, la esposa sumisa no es una mujer con miedo. Ella es complemento del varón, juntos: él a través de su liderazgo y ella con su sumisión construyen una imagen completa de la unión de Cristo con la iglesia, el varón no es mayor en este servicio que la mujer… sus roles, igual de importantes están al servicio de la gloria de Dios en un mundo en que cada vez hay menos hombres de valor y mujeres virtuosas que vivan para este propósito y no meramente para complacerse a ellos mismos.

Oración: oh Señor ten misericordia de tu Iglesia, en tu misericordia levanta de en medio de nosotros hombres de valor y mujeres virtuosas comprometidos no con sus deseos egoístas y engañosos, comprometidos con tu gloria. Ninguno de nosotros somos dignos de recibir lo que tú has ordenado al otro hacer para gloria tuya: ciertamente el hombre no merece ser cabeza, pero tampoco la mujer merece ser amada tan sacrificialmente como tú amaste a la iglesia. Oh Señor nos has hecho dignos con tu gracia de lo que no merecemos, por favor concédenos más gracia para honrarte haciendo la parte que tú esperas que cada uno de nosotros haga aún si el otro no cumple con la suya. Amén

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Comentarios

Yesse
hace 13 días

Amén

Shirley García
hace 13 días

Amén 🙏🙏🙏