Hombre de verdad ¿Quién lo hallará?

Publicado el 5 de octubre de 2024, 5:12

Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo” 1 Pedro 3:7

El matrimonio es algo muy importante, tanto que después de la conversión quizás no haya nada que te cambie la vida tanto como estar casado con alguien para siempre… imagina esto: mientras vivan ambos estarán juntos. Y por ello Pedro dice a los esposos: “maridos, igualmente, vivan con ellas sabiamente” o en otras palabras “vivan con ellas conforme al conocimiento” si esto es así debes conocer a tu esposa, esfuérzate por conocer todo de ella porque no hay nada más efectivo para sacar a la luz tu pecado que tú conyugue (esto es así para los hombres y para las mujeres) sólo tu conyugue puede agitar tanto tu transparente y dulce vida como para hacerte descubrir que no era tan transparente y que en el fondo hay basura que no pensaste que existiera. Es por ello que los hombres necesitan conocimiento: necesitas conocerte a ti mismo, conocer a tu esposa, conocer la Palabra… no podrás guiar a tu esposa sin la Palabra.

Esto es un llamado hombres a leer, a estudiar, a pensar, a meditar, reflexionar la Escritura y hablar con tu esposa sobre ello. Pregúntale sobre ti, sobre sus hijos… dedica tiempo a tu esposa para conocerla. Porque estás siendo llamado a amarla como Cristo amó a la iglesia, pero tú no eres Cristo ¿Cómo lo harás? ¿Cómo cumplirás con tan grande llamado? ¿Cómo le servirás, cómo la amarás, de qué modo entregarás tu vida por ella? No podrás vivir con ella sabiamente como demanda la Escritura si no conoces la percepción que tu esposa tiene de la vida. Eso es liderazgo, haciendo esto no la estás haciendo líder todo lo contrario. Necesitas conocerte, conocer la Palabra y conocer a tu esposa, necesitas informar a tu yo líder con ese conocimiento para que puedas vivir con ella sabiamente como es la voluntad del Señor: “dándole honor como a vaso más frágil”.

¿Cómo así que como a vaso más frágil? Esto no es una afirmación sobre debilidad en la fe, mental o emocional de la mujer. En el verso 6 se nos ha dicho que una mujer sumisa a su esposo es una mujer fuerte que no tiene miedo porque tiene toda su esperanza en Dios, es una mujer profundamente tranquila en su espíritu. Pero aun con todo de los dos, la mujer es el vaso más débil y esto es un simple hecho anatómico y biológico. Este honor es un principio escrito en el corazón de los hombres para darlo y en el corazón de las mujeres para recibirlo… en medio de un peligro o una acción de fuerza: hombre ponte al frente y da honor a tu esposa como a un vaso más frágil (aún si tu esposa es cinturón negro en karate). Los hombres no deben solo ser quienes toman la iniciativa y ser los líderes espirituales de la familia, ellos deben ser los protectores de la familia, sobre tus hombros hombre llevas el peso de la protección de tu familia. Aún si tu esposa es mucho más competente que tú en ciertos aspectos tu mentalidad debe ser: “Yo protejo a esta mujer. No espero que ella me proteja a mí. Yo la protejo a ella”.

Ahora, ¿Por qué te pide el Señor que hagas esto? Dice Pedro “porque ambos son herederos de la gracia de la vida” recuerda que has nacido para una esperanza viva, para una herencia incorruptible, inmarcesible guardada en los cielos para ti y tu esposa también tiene la misma herencia. Esto debería tener un efecto en ti… en términos de respeto, bondad y maravilla de lo que Dios te ha concedido. O no es maravilla que a pesar de todas tus debilidades seas tú quien represente a Cristo en tu matrimonio y que ella sea la representación del cuerpo de Cristo: Su Iglesia…. Creo que tristemente no nos maravillamos suficientemente de la maravilla que Dios nos ha otorgado como esposos y esposas. Pero por sobre todo esto hombres, Dios está interesado en tener comunión con ustedes, cuando un marido es egoísta y está completamente centrado en sí mismo y no vive en obediencia a su llamado, cuando no honra la maravilla que Dios ha hecho con él al asignarle como cabeza en su matrimonio está pecando, y el pecado siempre será un estorbo para la comunión con Dios. Entonces para que tus oraciones no tengan estorbo cumple con tu llamado como un hombre de verdad.

Finalmente, un esposo y una esposa siempre deberían hallar un momento para orar juntos todos los días. Es una responsabilidad grande la que se nos ha dado y deberíamos tener ese espacio en que diariamente le digamos juntos a Dios: “Señor nos sometemos a ti. Estamos aquí para ti.  Nuestro matrimonio es para ti y para tu gloria”, y tal vez habrá momentos en que será difícil orar juntos por lo mal que puedan estar las cosas entre ustedes, pero tú matrimonio necesita tu liderazgo varón y tu sumisión mujer… aunque solo sea para decir “Señor necesitamos tu ayuda para convivir como tú quieres que lo hagamos” Amén

Valoración: 4.6666666666667 estrellas
9 votos

Añadir comentario

Comentarios

Shirley García
hace 12 días

Amén 🙏🙏🙏