Después de Él nadie ha orado por ti así

Publicado el 13 de octubre de 2024, 4:53

El apóstol Juan nos dio a conocer la oración más larga que se conoce de Jesús, y en esa oración, Él ora por Sus discípulos y por Juan podemos saber que no está orando solo por los once que están presentes. Juan 17:20 dice: “Padre, no ruego solo por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos”. Entonces, todo aquel que escucha las palabras de los apóstoles contenidas en el Nuevo Testamento y por medio de ella ha visto la belleza y verdad de Jesús y cree en Jesús por las palabras de ellos, está incluido en esa oración ¿has creído en Jesús por las palabras de los apóstoles contenidas en el Nuevo Testamento? ¿Estás incluido en esa oración hecha por Cristo?

Si has creído en Cristo conoces ¿Cuál fue la petición más importante que Jesús hizo al Padre por ti? Creo que Su petición podrá sorprenderte bastante porque dista mucho de aquello que es el centro de la mayoría de los creyentes de hoy. Juan escribe en el versículo 24 del capítulo 17: “Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo”. Y luego en el verso 26 Él añadió: “Te pido que el amor con que me amas esté en ellos” Cristo rogó al Padre para que nos concediera a ti y a mí que pudiésemos ver Su gloria –La gloria del Cristo resucitado- y que pudiésemos amarlo con el mismo amor con que el Padre le ama a Él…. Es decir, con el amor de una alegría inconmensurablemente satisfactoria. Amada Iglesia que mayor privilegio nos podría ser concedidos ¿No deberíamos nosotros estar clamando del mismo modo? ¿No debería estar nuestro corazón expectante por el cumplimiento de esta petición? No hay nada más grande que poder ver al Unigénito de Dios en Su belleza y perfección, en Su resplandor y no solo verlo estar satisfechos con Él de la misma manera en que el Padre está satisfecho con Él… y porque no hay nada más grande esa es la petición más importante hecha por Cristo en favor de Su Iglesia.

¿Cómo el Padre ha dado respuesta a esta oración del Hijo? Por etapas, ¿cómo así? Bueno al principio TODOS hemos visto Su gloria, pero no la hemos contemplado como algo hermoso, no lo hemos visto como algo satisfactorio. Juan dijo: Y aquel Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros y vimos Su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad” (Juan 1:14). ¿Lo vio Judas Iscariote? Si… todos los días durante tres años, y no lo vio. Es como Jesús dijo: “personas que, viendo, no ven” (Mateo 13:13) a pesar de todo lo que vio al final vendió a Jesús por treinta monedas de plata… y lo mismo sucede con todos, y es aterrador que nunca lleguemos a ver. Pero de repente algo sucede, y no es provocado por nosotros: “Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciera la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios” (2 Corintios 4:4-6) En esta segunda etapa Dios abre nuestros ojos para que podamos contemplar la gloria de Cristo en el evangelio y nos concede verle como realmente Él es: hermoso, verdadero, Ese que satisface por completo y podemos creer.

La tercera etapa es ese momento en que nuestras almas se separan de nuestro cuerpo, el cuerpo permanece inerte a los ojos de todos, pero el alma está viva y está con Cristo ¿Cómo lo sé? Dice Pablo en 2 Corintios 5:8 “Estar ausente del cuerpo es estar presente con el Señor” Y “partir y estar con Cristo es mucho mejor” que quedarse aquí (Filipenses 1:23) ¿Por qué es mejor? Por causa de lo que Cristo pidió para cada creyente: “Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo donde yo estoy, para que vean mi gloria” (Juan 17:24). No de lejos como durante los años de vida cristiana terrenal que le vimos como en un espejo oscuro (1 Corintios 13:12) Le veremos plenamente amada Iglesia, veremos Su gloria como nunca antes la hemos visto y será maravilloso, abrumador e insuperable.

Si te apartas de la búsqueda de tu propia gloria y fijas tu corazón en la gloria, la majestad, el resplandor y la belleza de Cristo, verás y sabrás que Él es real… Oh quien seas tú que me escuchas: solo con Él tendrás satisfacción completa y eterna porque no hay nada mayor. Permanecer ciegos ante Su gloria y finalmente cambiar Su gloria tal como lo hizo Judas será una pérdida irreparable.

Oración: Oh Señor danos ojos que puedan ver tu hermosura y corazón que pueda desear tu grandeza. Oh Señor dame a Cristo y dame un corazón capaz de amarlo y estar satisfecho con Él tanto como tu Amado Padre lo estás. Amén

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Comentarios

Yesse
hace 3 días

Amén amén

Shirley García
hace 3 días

Amén 🙏🙏🙏